El pasado Sábado día 10/03 Neda el Mon me invitó para que explicara mis experiencia en el Estrecho de Gibraltar al grupo de dieciséis nadadores que el próximo mes de Septiembre lo intentará cruzar.
Miquel Suñer dejó caer una pregunta que al menos yo he intentado contestar en muchas ocasiones.
- ¿ Por qué nadar en aguas abiertas?
Si preguntamos a un alpinista sobre lo le motiva a subir montañas, es probable que recibamos una retahíla de explicaciones: el paisaje, el reto, el riesgo, el subidón… . En el fondo, Mallory lo contestó de una forma muy simple: “ porque están ahí”.
Yo creo que es una cuestión evolutiva: el ser humano está preparado para vivir emociones físicas directas. En nuestro primer mundo no es preciso cazar para subsistir, ni huir de depredadores, ni caminar grandes distancias para recoger agua, …, por tanto necesitamos compensar esta falta de emociones en nuestra vida cotidiana, con la emoción de una aventura inmediata y una satisfacción física a nuestros impulsos de sentir riesgo.
En mi caso un reto constituye un retorno a la propia naturaleza del ser humano, al contacto directo con los elementos ( al agua, al aire y a la tierra). Cada objetivo alcanzado me aporta una satisfacción por el esfuerzo personal empleado, que compensa la apatía de la vida diaria.
- Pero… volviendo a la pregunta: ¿ Por qué nadar en aguas abiertas?
“ POR QUE ESTAN AHÍ”